19.12.2024. A Mónica Vidal (Vigo, 1971) dedicarse a la procura le llegó de forma natural, aunque no premeditada. Enseguida se dio cuenta de que la profesión le permitía estar “más a pie de juzgado” y que le daba “cierta independencia”. Ahora, cumplidos 25 años de profesión, sabe que su figura es “fundamental” para dinamizar la actividad judicial. Considera que la clave para la procura es darle “más visibilidad” y ganar competencias en ejecución, mediación y arbitraje. “La colaboración que tenemos con los abogados y con la Administración de Justicia contribuye a que todo vaya más rápido. De hecho, el procurador es el que agiliza los procedimientos”, señala Vidal.
¿Siempre quisiste ser procuradora?
Fue algo que fue viniendo. Empecé en la Escuela de Práctica Jurídica, pero hice sólo un año porque el segundo eran prácticas en despacho de abogacía y yo había decidido decantarme por la representación procesal. Estuve en la Escuela y trabajando a la vez en un despacho con una abogada, haciendo alguna demanda que otra. A mí el Derecho me gusta mucho, pero vi la posibilidad de tener clientes abogados y de empezar con algo de trabajo. También me decidí por estar unida al ejercicio del Derecho de una manera más dinámica, porque el procurador está más a pie de juzgado, no sólo en su despacho.
¿Cómo le explicas a la gente a qué te dedicas?
Es verdad que hay que explicarlo. A veces, hasta les pido a los abogados que les expliquen a los clientes lo que hace un procurador, porque ellos son el primer contacto que tienen las personas antes de venir al juzgado. Yo siempre digo que somos el nexo entre el juzgado y el particular. Recibimos todas las notificaciones, hacemos los escritos de gestión y la colaboración que tenemos con los abogados y con la Administración de Justicia contribuye a que todo vaya más rápido. De hecho, el procurador es el que agiliza los procedimientos, porque imagínate que el justiciable o la persona demandante o demandada tuviera que ir al juzgado a todo, durante el proceso, a recoger notificaciones con sus plazos, etc.: eso no se movería. Estamos más presentes en lanzamientos y en ejecuciones, hacemos presentaciones en Lexnet, ordenamos la demanda, la presentamos y estamos pendientes de los plazos y de todo el proceso para llevarlo a cabo lo más pronto posible. El procurador, además, es un experto en todo el proceso, conoce todos los plazos en derecho procesal y no se pierde nada, por lo que nuestra figura es fundamental.
¿Qué es lo que más te gusta de ser procuradora?
Me gusta mi trabajo porque, en cierta medida, dentro de todo lo que obligatoriamente hay que hacer tengo independencia. Puedes gestionar las presentaciones cuando mejor puedas, dentro del día. Y luego está toda la gestión que podemos hacer con los clientes, también con cierta independencia. Ahora, con la vía telemática, puedes estar en otro lugar y presentar. Puedes ser un poco tu propia jefa, y a mí siempre me ha gustado la independencia.
¿Qué significan para ti 25 años de profesión?
He ganado bastante en experiencia, y no es un decir. Haber hecho muchos cursos me ha permitido crecer, y hoy tengo un grado de experiencia que me permite tener mayor seguridad. También tengo independencia económica (ríe) y, sobre todo, tengo más claras las cosas. Ahora, cuando viene algo nuevo lo cojo rápida y fácilmente, mientras que cuando estás empezando todo son dudas. Y, aun así, se duda, porque el que piensa duda. Si echo la vista atrás me doy cuenta del recorrido y de la clientela que he ido ganando, aunque ha habido unos años mejores que otros, claro.
¿Cómo podría mejorar la profesión y que más gente se decante por ella?
Creo que se puede hacer dando visibilidad a nuestra profesión. Estamos trabajando en el día a día, al pie del cañón, y tenemos que hacernos ver más. El Colegio de Procuradores de Vigo ha hecho un esfuerzo para darnos más a conocer, explicando bien nuestras funciones, algo que considero muy importante, y espero que ese esfuerzo continúe porque es muy necesario. Ahora estoy impartiendo un módulo en el Máster de Abogacía y Procuraduría de la Universidad de Vigo, y una de las cosas que le explico al alumnado son todas las funciones del procurador y lo importante que es su figura. El mensaje va calando: porque ellos hacen Derecho, como lo hacía yo, y, al explicarles lo que hago cada día y exponerles casos prácticos, les llega. De hecho, un alumno que tuve en prácticas me dijo que iba a optar para ser procurador.
¿Qué sensaciones tienes como docente del máster?
Estoy muy satisfecha. Tienes que llegar a las alumnas y alumnos y explicarles bien las cosas con casos prácticos, transmitirles cómo funcionan los poderes… Todas esas cosas que hacemos en el día a día y que no saben, pero prestan mucha atención. Yo les digo que tanto los que quieran ser procuradores como los que quieran ser abogados tienen que conocer la figura del procurador. Al final, van a tener que llamar a alguno y establecer con nosotros una relación de confianza, sabiendo en profundidad lo que nos pueden pedir.
¿Crees que las procuradoras y procuradores podrían tener más competencias?
Creo que sí. Una de las reivindicaciones que comparto con algunos procuradores que llevan más años en la profesión es la función de ejecución, con la que podríamos tener algo más de margen, al darnos mayores competencias. Sería cuestión de hacer un estudio, pero está claro que, si eres el ejecutante, te conviene que todo vaya más rápido. Creo que sería bueno que nos dieran más competencias en ejecución, y también en las mediaciones y arbitrajes. En estos dos últimos casos, es cierto que hay abogados que lo hacen, pero, al final, los procuradores somos licenciados en Derecho y conocemos el día a día del juzgado, hablamos con los clientes antes de un juicio, cuando se están reuniendo los abogados, y creo que la mediación también se podría contemplar. Imagino que todo tendrá que ir poco a poco, y, de hecho, el Consejo General de Procuradores de España también se ha manifestado a favor de la mediación.
En la imagen, Mónica Vidal, homenajeada esta primavera por sus 25 años de profesión en la cena del Colegio de Procuradores de Vigo. Fotografía: Punto GA-M.Riopa.