02.07.2025. El Colegio de Procuradores de Vigo celebró el viernes su fiesta colegial en una velada que reunió a profesionales de Vigo, Galicia y otras partes de España. No faltaron las condecoraciones habituales a procuradoras de Vigo y su área por los 25 y 40 años de trayectoria y, además, una cariñosa distinción con el nombramiento de tres decanos de honor: Manuel Castells, Jesús González-Puelles y Javier Soaje.
En un encuentro veraniego y animado entre compañeros, el Colegio entregó sus insignias a las procuradoras María José Argiz y Marta Robés por sus cinco lustros de ejercicio, y a María Jesús Valencia, Carmen Molist y María del Carmen López por sus cuatro décadas de trayectoria profesional. “Este año todas las homenajeadas sois mujeres, como reflejo de lo que es nuestra profesión: hoy sois una gran mayoría femenina, tanto en el ejercicio como al frente de los decanatos”, subrayó el decano, José Antonio Fandiño.
“Quiero dedicarle este reconocimiento a los compañeros del Colegio que me han ayudado a lo largo de estos 25 años, tanto en lo personal como en lo profesional”, señaló Argiz.
“Hoy más que nunca estoy orgullosa de ser procuradora, de una profesión que funciona, que se adapta y que no se rinde. Se lo dedico a mis chicas, que son el motor del día a día en los juzgados, y a los momentos compartidos juntas”, destacó Robés.
Decanos de honor
Uno de los momentos más emotivos fue el reconocimiento a los tres exdecanos –Manuel Castells, Jesús González-Puelles y Javier Soaje– como decanos de honor, “por sus cualidades profesionales, sociales y su contribución a la defensa y desarrollo del Colegio de Procuradores de Vigo y la procura”, ensalzó Fandiño.
González-Puelles puso en valor en su discurso la apuesta durante su tiempo de profesión por la ambición de conseguir más servicios para la justicia viguesa. “Cuando éramos más jóvenes, más barbudos y con más pelo decíamos: ‘Seamos realistas, creamos en lo imposible’. En 1999 se creó una sección de la Audiencia Provincial en Vigo. Muy pocas ciudades de España merecen más que Vigo tener sedes desplazadas. Lo hemos conseguido porque hemos creído en la realidad: lo merecíamos todo. Juntos podemos, y también en el momento que nos va a tocar vivir ahora: juntos podemos y debemos hacerlo”, concluyó Puelles.
Castells, por su parte, sin prescindir de símiles literarios, como el célebre viaje a Ítaca, puso el acento en el camino recorrido por la procura a lo largo de los años, “del papel cebolla y el calco a la nube, al Olimpo de los dioses”. “¿Recordáis la frase ‘seremos dioses’? Pues lo somos, 365 días y 24 horas diarias”, afirmó con humor. “Soy viejo, pero es viejo el sol, es viejo el mar que nos refresca en verano, eso que hacemos en llamar vida y no sabemos qué es, porque tememos que nos la arrebaten. Ahora encuentro Ítaca en hermosas historias, en personas, en libros y en algún que otro temor”, reflexionó en un aplaudido discurso.
“Sed felices y luchadores”
La guinda de la noche fue la despedida de Fandiño, cuyo mandato como decano finaliza en 2026. Tuvo palabras de agradecimiento para los empleados del Colegio, la junta de gobierno y todas las compañeras y compañeros de la procura. “Gracias y hasta siempre, porque aquí estaré hasta que me responda el cuerpo como compañero en todos los momentos y como soldado en todas las batallas. Sed felices y luchadores. Eso, que no nos lo arrebaten nunca”, deseó José Antonio Fandiño.
La velada contó con la presencia de colegiadas y colegiados, buena parte del comité ejecutivo del Consejo General de Procuradores de España –entre ellos, su presidente, Ricardo Garrido– y decanas y decanos de los colegios de Madrid, Barcelona, Valencia, Ciudad Real, Zaragoza o Cantabria.
En la imagen principal, el decano, José Antonio Fandiño, con los decanos de honor del Colegio: Javier Soaje, Manuel Castells y Jesús González-Puelles. Foto: Punto GA-M.Riopa.
