16.04.2021. Al poco tiempo de incorporarse al Ilustre Colegio de Procuradores de Vigo, Celso Emilio Ferreiro intensificó sus colaboraciones con diversas revistas nacionales. Entre ellos, Papeles de Son Armadans, fundado y dirigido por Camilo José Cela en 1956. La relación con el premio Nobel gallego permitió al autor de O soño sulagado adentrarse en el mundo del arte contemporáneo y encontrarse en sus viajes a Mallorca, donde participa en las Conversaciones de Formentor, a varios pintores como Joan Miró, Pablo Picasso y Antoni Tàpies.
En diciembre de 1957, la revista mallorquina dedicó una monografía a Miró, que incluía textos de Vicente Aleixandre, Juan Eduardo Cirlot, Ángel Rizado, José Manuel Caballero Bonald, Guillermo de Torre, Ricardo Gullón, Rafael Santos Torroella y Eduardo Westerdahl. En este número aparece por primera vez “Cantiga de amigo para Xoán Miró”, que luego formaría parte del libro de poemas de referencia de Ferreiro, Longa noite de pedra. En diciembre de 1960 publicaron un número especial sobre Antoni Tàpies, en el que también participó Celso Emilio Ferreiro con el poema «Tàpies, pintor de hoy».
El poeta gallego, en su canción a Miró, elogia la obra del pintor catalán porque hace visible la trascendencia de lo que tenemos frente a nosotros e ignoramos. Celso Emilio concibe la pintura de Miró como resultado de una eterna tristeza que se transforma en fuerza y lo lleva a crear grandes obras. Ambos artistas coinciden en la manifestación de una cierta nostalgia por una infancia feliz, que el pintor supo prolongar a los ojos del poeta. El poema termina, como en las canciones de un amigo, dejando que el paisaje sea un personaje más que describe el estado de ánimo del poeta y el pintor. La obra de ambos comparte su profunda relación simbólica con la memoria y la búsqueda de lo esencial, con las tradiciones y el culto a la vida.
A pesar de la intensa participación en el mundo cultural de su época, Celso Emilio Ferreiro vivió una vida muy humilde en el ámbito económico. De hecho, el archivo Celso Emilio Ferreiro del Ilustre Colegio de Procuradores de Vigo conserva varios documentos de 1957 que muestran las dificultades económicas por las que atraviesa el autor de Longa noite de pedra.
