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Los lugares de Celso Emilio Ferreiro procurador: Vigo, en la despedida

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Celso Emilio Ferreiro, en su llegada a Venezuela en el barco Santa María en junio de 1966. Fotografía: Fundación Celso Emilio Ferreiro.

 

26.11.2021. Celso Emilio Ferreiro partió con 54 años hacia el exilio. Embarcó el 22 de mayo 1966 con destino a Venezuela desde el puerto de Vigo. A la altura de las islas Cíes contempló la última imagen de la ciudad que le había acogido desde 1950 y en la que ejerció como procurador. Una época en la que, con la publicación de Longa noite de pedra, se convirtió en uno de los poetas referenciales de la historia de la literatura gallega.

El buque en el realizó la singladura fue el Santa María, trasatlántico de la Companhía de Navegaçao Colonial por el que pasó buena parte de la emigración gallega con destino a América. Aquel barco portugués había aparecido en las portadas de los periódicos el 22 de enero de 1961 por sufrir un secuestro, que formaba parte de una operación de carácter político capitaneada por el denominado Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) y enmarcada en la lucha contra las dictaduras de Oliveira Salazar en Portugal y de Franco en España.

En plena singladura, el autor gallego escribió el 5 de junio de 1966 un poema en el papel timbrado de la compañía naviera en el que se despedía de Galicia:

“Dígoche adiós dende o barco

que a lonxanas terras vai.

Dígoche adiós dende as Cíes

que están preñadas de mar”.

Antes de la partida, el poeta de Celanova había sido homenajeado, junto a su esposa, Moraima, el domingo 15 de mayo de 1966 en una gran cena, organizado Xesús Alonso Montero, Xosé Luís Méndez Ferrín y Luis Soto, en el Hotel Roma de Ourense a la que acudieron más de 250 comensales, además de recibir 1.250 adhesiones de personas que no pudieron asistir. Entres otros, participaron Emilio Álvarez Blázquez, Eduardo Blanco Amor o Ramón Otero Pedrayo.

Celso Emilio Ferreiro regresó en 1973 desde su exilio en Caracas. Llegó en barco al mismo punto por el que había partido, el puerto de Vigo, con su mujer, Moraima, y su hijo Javier. Volvió a contemplar la imagen de la ciudad en la que fallecería el 31 de agosto de 1979.