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Manuel Castells y Jesús González-Puelles: “Volver a la territorialidad es una opción”

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19.07.2019. Los ex decanos del Colegio de Procuradores de Vigo, Manuel Castells y Jesús González-Puelles, no descartan que la Administración de Justicia vuelva a recuperar la territorialidad en la asignación de casos. “Está claro que un procurador de Cádiz no va a venir a ejecutar una sentencia a Vigo. No es descabellado volver a la territorialidad en la profesión”, señalan ambos procuradores.

Castells y Puelles llegaron hasta la procura hace 36 años por caminos muy diferentes. El primero vio en Vigo una oportunidad y, a través de unos contactos, viajó desde Alicante para quedarse. El segundo, ya con la carrera de abogacía terminada, tuvo que hacerse cargo del despacho de su padre. Hoy, ambos convertidos ya en ex decanos del Colegio de Procuradores de Vigo, ven la profesión de un modo muy diferente a cómo lo hacían al principio y, en la figura del procurador, una herramienta irremplazable para el buen funcionamiento de la Justicia.

“La forma de trabajar en cada juzgado es completamente distinta. Hay peculiaridades que el procurador tiene que comunicar”, señala Castells. “El Derecho se interpreta y esa cercanía, conocer cómo funciona, hace que agilices o que evites perder oportunidades procesales. Es una función muy importante”, añade González-Puelles.

Ambos coinciden en la necesidad de que el procurador asuma la función de ejecución. “La justicia termina en la sentencia, pero la fase en la que se lleva a cabo es más complicada. Yo estoy terminando un pleito del año 1984. Y esta es una fase que al juzgado se le escapa, por ser más pedestre”, asegura González-Puelles. “La ejecución ya no es salir a la calle, salvo en determinados procedimientos, sino que es más burocrática. Ahora nuestra función es dar cada dos o tres meses información patrimonial y, en cuanto a temas civiles, estamos reclamando la posibilidad de hacerlo nosotros”, explica Castells haciendo referencia a la figura del procurador ejecutivo.

Para ellos, el gran problema de la profesión es la falta de una norma de territorialidad. “Hemos desnaturalizado la profesión totalmente. La procura siempre ha estado vinculada, y debe estarlo, al tribunal. Trabajar desde fuera no asegura que el escrito que envíes gracias a la telemática esté correcto. Si no sabes cómo funciona el tribunal, es un peligro importante”, cuenta González-Puelles. Para Castells “es un problema muy grave el no cobrar mucho y trabajar en todas partes. Se está generando una absoluta desconfianza frente a los profesionales y frente a la estructura de la Administración de Justicia. No sería descabellado, si se consiguieran esas ejecuciones, volver a la territorialidad. Un profesional de Cádiz no va a venir a ejecutar una sentencia a Vigo”.

A los futuros procuradores les piden que “sean profesionales”. González-Puelles explica que “eso significa que en esta profesión hay que actuar muy por encima de motivaciones económicas y eso no puede interferir nunca aunque, evidentemente, vivimos de esto. En los últimos tiempos, está pasando que la procura se ha convertido en un tema de pura economía”. Castells precisa que “la procura es una carrera de fondo. Todo el mundo tiene que encontrar su propósito, que no es cobrar mucho, sino tener una motivación para vivir y trabajar. Si encuentras satisfacción en lo que haces, eso te va a compensar muchísimos sinsabores”.

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  1. Mercedes de Miguel González

    Comparto cien por cien vuestra opinión, compañeros. La Procura nunca debió entrar en el ámbito de la Ley Ómnibus porque, por su propia naturaleza, debe estar adscrita a un partido judicial que conoce y en el que puede moverse con soltura, para solventar en muchas ocasiones situaciones urgentes que no pueden resolverse desde la distancia sino desde la inmediatez. La eliminación de la territorialidad ha traído consigo prácticas abusivas por parte de algunos compañeros y de clientes que solo consiguen redundar en detrimento de nuestro prestigio.

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