22.06.2023. El Colegio de Procuradores de Vigo celebró el pasado viernes su cena anual de colegiados, donde decenas de profesionales pudieron reunirse para brindar por la procura y el compañerismo entre mucha emoción, risas y mensajes de agradecimiento al Colegio y de orgullo hacia la profesión.
Durante la velada, que tuvo lugar en el hotel Attica 21 de Samil, se hizo entrega de las medallas a los procuradores que cumplen 25 y 40 años de profesión, con la participación del decano y la vicedecana del Colegio, José Antonio Fandiño y Gisela Álvarez, el presidente de la Correduría de la Mutualidad de Procuradores, Jacobo Varela, y el secretario técnico del Colegio, José Marquina.
Las procuradoras Rosa Marquina, Amparo González, Carmen Hermida y Victoria Soñora recogieron la insignia de plata por sus cinco lustros de ejercicio. Juan Señoráns, Carina Zubeldia, María Begoña Saborido, Manuel Lamoso, Gloria Quintas y el decano, José Antonio Fandiño, recibieron la condecoración por sus cuatro décadas de profesión.
El decano del Colegio agradeció a los presentes su trabajo y compañerismo e hizo una mención especial a los que, como él, empezaron a trabajar como procuradores hace 40 años, cuando solo había “cuatro juzgados de instancia y otros cuatro de distrito; papel cebolla, papel de calco, tipex y máquinas que obligaban a imprimir una fuerza a los dedos muy lejos de lo que supone hoy en día escribir en el teclado de un ordenador”, rememoró.
“Creo que los que hemos cumplido 40 años de ejercicio profesional tenemos la responsabilidad de devolver a la sociedad parte de lo que hemos recibido de ella y, en concreto, poder servir de ayuda a los compañeros más jóvenes en los momentos difíciles, tal y como hicieron con nosotros nuestros mayores”, destacó José Antonio Fandiño, quien también hizo una mención especial a los exdecanos del Colegio, y especialmente a Jesús González-Puelles.
El decano finalizó su discurso reivindicando la importancia de la procura para el buen funcionamiento de la Justicia y ensalzó el orgullo de las procuradoras y procuradores hacia una profesión más necesaria que nunca. “El año pasado, una compañera nos decía que se sentía muy orgullosa de ser PROCURADORA, con mayúsculas. Permíteme, Chus (Nogueira) que me apropie de tus palabras para decir que, igual que tú, me siento PROCURADOR, y de los tribunales. Importante no perder el apellido”, concluyó Fandiño.
La velada terminó con un sorteo de premios entre todos los presentes y un baile de despedida. ¡Hasta el año que viene!