15.10.2021. Gisela Álvarez (Vigo, 1968) es procuradora desde hace 26 años, cuando inició su andadura como procuradora independiente. Dos décadas más tarde, forma parte de un despacho de 6 personas y es vicedecana de los procuradores de Vigo. “La normalidad en los juzgados todavía no existe. Seguimos con las mismas medidas que al inicio de la pandemia, y se entorpece mucho nuestro trabajo” explica la procuradora.
¿Cómo ha evolucionado la profesión en los últimos 20 años?
Veo la profesión con preocupación. Pasamos del papel y el contacto humano a la digitalización. Ahora nos invaden los macrodespachos que vienen de Madrid, Barcelona y Valencia que trabajan a precios irrisorios y degradando la imagen de la profesión. Al ser todo cada vez más telemático, se llevan más trabajo. Volver a la territorialidad es difícil, pero sería lo ideal.
¿Cómo ha impactado la Covid el día a día judicial? ¿Se ha recuperado la normalidad?
Parece que volvemos a la normalidad si tenemos en cuenta la carga de trabajo, pero la normalidad en los juzgados todavía no existe. Seguimos con las mismas medidas restrictivas que al inicio, especialmente en los juzgados de primera instancia, y se entorpece mucho nuestro trabajo. No es comprensible que ahora que se amplían aforos en otros ámbitos, continúen con las mismas medidas.
¿Qué depara el futuro para la procura en Vigo?
A nivel de trabajo, pretendemos conseguir más competencias para la profesión y poder participar más activamente en los procedimientos mediante la figura del procurador ejecutivo.
Tras tres años como vicedecana, ¿qué proyectos destacarías?
Estamos desarrollando un trabajo importante. Hemos conseguido aprobar el estatuto después de 20 años y contar con una web que se mantiene activa y actualizada. Además, se han aprobado protocolos de financiación y de sustituciones, que tienen un impacto importante.
¿Recomendarías a otros compañeros participar en la junta?
Por supuesto. Creo que es necesario que todos pasemos por la junta. Una vez que estás dentro, ves la labor que se realiza a cambio de nada y con un verdadero esfuerzo.