07.07.2021. María Lima (Tui, 1984) es una viajera empedernida que ejerce la procura desde hace 13 años en los juzgados de Vigo y su área. Siempre le había gustado viajar pero desde que empezó a trabajar intensificó su actividad de trotamundos, buscando las mejores ofertas para sus escapadas. “Me gusta compartir trucos de viajes con mis compañeros. Saben que consigo vuelos baratos y me preguntan, así que les ayudo en lo que puedo” cuenta la profesional.
Su primer viaje fue a Nueva York, de la que era una enamorada, en el año 2011 y desde entonces ya ha ido tres veces. Además de la ciudad de los rascacielos, le han encantado lugares tan diferentes como San Francisco, Paris, Málaga, Croacia o Turquía, aunque Italia le gusta especialmente: “Tienen una personalidad muy parecida a la nuestra, buen clima y me gusta la gente” cuenta Lima.
Antes de la pandemia, María hacía tres o cuatro escapadas de fin de semana largo al año, más algún viaje de una semana en verano. Con la Covid tuvo que reducir su actividad, pero el pasado mes de junio la retomó. Acaba de hacer una primera escapada post-pandemia a Portugal -con visitas a Oporto, Lisboa y Cascais-, que es un destino que recomienda a sus compañeros procuradores de Vigo porque “está cerca, es muy bonito y además en Lisboa puedes combinar playa y visita a la ciudad” resalta la procuradora.
Precisamente ella es de ciudades y paisajes. Le gusta callejear por las urbes y perderse sin destino fijo, encontrado lugares destacados y cualquier rincón que le sorprenda. Antes de desplazarse, se documenta. “Me gusta conocer la historia de los sitios, así que me informo antes por internet y me compro una guía, y si puedo hacer un tour por la ciudad, perfecto porque aprendes cosas que de otra manera no sabrías” cuenta la procuradora.
María tiene sus trucos para hacer todos los viajes que pueda sin gastar mucho: los busca con antelación para aprovechar las ofertas y es capaz de trabajar desde cualquier lugar. “Lo malo de las ofertas es que no coinciden estrictamente con el fin de semana, así que me llevo el ordenador y voy trabajando desde donde sea. He llegado a hacer notificaciones desde el Empire State, en Nueva York, y he hecho una visita al castillo de Edimburgo caminando con el ordenador porque me llegó un plazo de día de gracia que no contaba”, explica. “Esa es la parte positiva de Lexnet y la procura, el privilegio de poder sentarme en cualquier punto del mundo y estar trabajando, aunque siempre hay trámites que tienes que hacer en el juzgado” finaliza la profesional.