15.02.2021. Paula Llordén F. Cervera es una de las incorporaciones más recientes a la junta de gobierno del colegio de procuradores de Vigo. En este primer año formando parte de la junta de los procuradores vigueses, Paula tiene una visión muy clara de los retos a los que se enfrenta la profesión tras la pandemia de la Covid y de la situación que atraviesa la Justicia en nuestro país. “Tras casi un año de pandemia y el atasco existente en nuestras salas, lograr una digitalización real y efectiva a medio plazo en los juzgados es complicado”, explica Llordén.
En cuanto a la digitalización y modernización del sistema judicial español, Llordén se muestra firme. “Es necesaria sí, a través del teletrabajo hay asuntos que no se pueden gestionar. Mientras los procuradores nos adelantamos, formamos y amoldamos a las circunstancias, no todo parece ir al mismo ritmo. El Colegio de Vigo, por ejemplo, fue pionero en 2012 implementando el sistema Lexnet con algunos juzgados, mientras otros continuaban notificando en papel. No fue hasta marzo de 2015, cuando empezamos a presentar escritos vía Lexnet hasta su implantación obligatoria en enero de 2016. Es decir, en Vigo llevábamos siendo pioneros casi 4 años”, se sorprende la procuradora.
Tras 19 años ejerciendo la procura en Vigo, valora la figura del procurador como la de un colaborador necesario para el buen funcionamiento de la justicia. “Partiendo de la base de que la figura del procurador es fundamental para el buen fin del procedimiento, creo que la pérdida de la territorialidad y las sustituciones en masa, están afectando a la calidad de la profesión, ya que una parte esencial de nuestro trabajo es conocer en profundidad cada juzgado y cada asunto, ambas cosas difíciles de alcanzar cuando el procurador no es de plaza y trabaja a cientos de kilómetros”, explica la procuradora.
Para atajar esta pérdida de competencias profesionales, Llordén comparte con otros muchos compañeros la defensa de la creación de la figura del procurador ejecutivo. “Con todos los avances que hay hoy en día, creo que la figura del procurador ejecutivo es algo fundamental para nuestra profesión y para que el justiciable obtenga resultados efectivos de la justicia. De poco sirve una sentencia favorable, si no hay medios para ejecutarla. Los juzgados están muy saturados y hay que descargarlos de trabajo, y ahí estamos los procuradores preparados para intervenir, pero necesitamos disponer de los medios necesarios para poder agilizar las ejecuciones”, opina Paula.
El colegio de procuradores de Vigo lleva desde 2018 reivindicado la figura del procurador ejecutivo como algo esencial para el futuro de la profesión, un objetivo que no van a abandonar en esta nueva etapa, además del trabajo que, según la procuradora, llevan a cabo a diario para dar a conocer la profesión a la sociedad y ponerla en valor, ya que la procura sigue siendo desconocida para gran parte de la sociedad. “Vamos a seguir trabajando e impulsando para reducir la morosidad de los procuradores de otros colegios. Acabamos de recibir una sentencia de A Coruña, condenando a un procurador a que abone las cuotas Sercyn ya que la misma satisface los gastos que ocasiona dicho servicio”, apunta Llordén.
“Sin duda, la iniciativa más importante de este comienzo de año es luchar por el derecho de desconexión de los procuradores en casos de fuerza mayor”, añade la procuradora. Vigo, junto a otros 14 colegios de toda España y cientos de profesionales a título individual, se encuentra embarcado en conquistar un cambio legislativo real que permita contar con 3 días de descanso en estos casos. “Es vergonzoso tener que reivindicar el derecho a la desconexión, máxime, únicamente para casos de fuerza mayor. Es inaudito que, ni en esos casos, podamos desconectar de nuestras obligaciones laborales, sobre todo porque existen mecanismos fáciles de aplicar y cuentan expresamente con el derecho a la suspensión de vistas y procesos en determinados casos. Es importante recordar que la mayoría de los despachos de procuradores son unipersonales, así que esto es algo que nos afecta muy especialmente ante enfermedades propias o de seres queridos, fallecimientos… situaciones terribles en las que el procurador en lo primero que piensa es en su agenda”, opina Paula.