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VIGO, 181121. JORNADAS FORMATIVAS COLEGIO PROCURADORES SOBRE VIOLENCIA DE GENERO

“La bofetada se pasa, pero el machaque psicológico perdura”

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21.12.2021. Nuria Gómez Rodicio (Ourense, 1984) es psicóloga y trabaja en el Centro de Emerxencias para Mulleres Vítimas de Violencia de Xénero de Vigo (CEMVI). La historia de Ana Orantes, asesinada por su exmarido días después de explicar su maltrato en televisión, hizo que se decantase por la violencia de género como especialidad en un master. Participó en las jornadas de formación sobre violencia de género del Colegio de Procuradores donde habló de sus manifestaciones. “La bofetada se pasa, pero el machaque psicológico perdura”, explicó la profesional.

¿Por qué es importante distinguir entre género y sexo cuando se habla de violencia de género?

El sexo es el biológico, las características anatómicas y fisiológicas que nos diferencian por ser hombres o mujeres. El género lo construye el contexto social, es lo que la sociedad nos dice desde pequeños que debe ser un hombre y una mujer. Si comparamos lo que se espera que hagamos unos y otros, las mujeres lo tenemos más complicado. Así se establece una desigualdad de poder que es la base sobre la que se asienta la violencia de género: el hombre se ve respaldado por la sociedad patriarcal en la que vivimos y siente que puede hacer lo que quiera, en este caso sobre una mujer. Todo eso deriva en algo amplio y sutil que vivimos las mujeres en la vida cotidiana y que nos afecta en todas las dimensiones, no solo en la relación de pareja, como, por ejemplo, tener miedo a ir andando sola por la noche.

¿Somos conscientes como sociedad de lo que supone la violencia psicológica?

Hace 10 años te hubiera contestado que la sociedad ni siquiera era consciente de la violencia de género. Y hoy en día tengo mis dudas de que lo sean de la psicológica. Hay un mito instaurado ante la mujer maltratada, que es: “Si le agrede, que se vaya”. Pero antes de llegar a ese golpe hay un proceso gradual. Al principio es maravilloso, como cualquier relación, pero después, el maltratador empieza a minusvalorarte, luego te ningunea, a continuación te aísla, más adelante te insulta,…Todo eso va minando a la mujer y cuando llega la bofetada ya no es capaz de irse porque está hundida.

¿Se dan entonces en paralelo la violencia física y la psicológica?

La violencia física es la punta del iceberg, lo que vemos y lo que denunciamos como sociedad. Pero antes hay un machaque psicológico y a otros niveles. Las mujeres siempre me dicen que una bofetada, la agresión física en sí, se pasa, pero que el machaque psicológico es lo peor. Es como un grifo que cada día pierde una gota de agua y no pasa nada, pero que al final causa daños enormes y perdura.

¿Cómo valoras los procesos judiciales a nivel psicológico?

Cuando empecé a trabajar, acompañaba a las mujeres a poner la denuncia y a los juicios rápidos y era agotador porque pasaban muchas horas de espera y angustia.  Actualmente, una de las principales quejas de las mujeres desde el punto de vista judicial es que en la mayor parte no les dan orden de protección si no hay parte de lesiones, e incluso a veces hasta cuando lo hay.  Yo entiendo que la psicología y el área jurídica son muy diferentes, pero debería tenerse en cuenta el impacto psicológico de la violencia y cómo está la mujer a nivel emocional.