27.03.2019. El dinamismo de la procura como un trabajo de calle en el que no se realizan solo tareas de oficina es lo que más atrajo a María Castromil, una de las últimas incorporaciones del Colegio de Procuradores de Vigo, para ejercer la profesión. Tras casi una década dedicada al ámbito urbanístico, María destaca el contacto con las personas y el aprendizaje constante, sobre todo en el ámbito procesal, como los aspectos más interesantes de su día a día.
“La mayoría de la gente me pregunta por qué me hice procuradora ya que se dice que es una profesión a extinguir, pero cuando vi la oportunidad de aventurarme, quise aprovecharla” explica María.
El 60% de los colegiados vigueses cree que la procura estará peor dentro de diez años, pero María es optimista. “Tengo dudas sobre qué va a pasar con nosotros, pero estoy segura de que de una manera u otra vamos a seguir. Continuaremos siendo los representantes de los clientes, pero la tendencia es que se nos empiecen a dar más competencias desde los juzgados como colabores de la justicia, como se nos permite ahora por ejemplo, en las ejecuciones y las comunicaciones”, afirma la procuradora. Ante la saturación de la administración de justicia, Castromil propone darle más peso a la figura del procurador para agilizar los procedimientos. Entre las nuevas funciones, María destaca las subastas judiciales, sobre las que ha realizado su Trabajo Fin de Master, ya que está convencida de que serán realizadas casi en exclusiva por los procuradores en el futuro.
Sobre los requisitos para colegiarse, la procuradora señala la diferencia de condiciones para acceder a la procura en los últimos años. “A pesar de haber realizado la escuela de práctica jurídica y estar colegiada como abogada, cuando intenté colegiarme como procuradora, me dijeron que no era suficiente. Y he tenido que hacer un máster específico para poder colegiarme. Por fin, parece que ahora, hay otras interpretaciones de esta ley de acceso a la profesión”, explica.
Sobre las posibilidades que ofrece el Colegio, María destaca entre otras la formación, y la información sobre la actualidad legislativa. Reconoce que los comienzos en esta profesión pueden resultar complicados, porque a diario surgen dificultades en los juzgados para una novata. “Por otro lado estaría también el manejo de distintos programas con los que hay que familiarizarse, principalmente Lexnet, o el turno de oficio”. María comenta que ella ha tenido suerte en este sentido, por estar trabajando con otras dos compañeras con las que se siente muy arropada, y que le están ayudando desde el principio. Sin embargo, cree que sería bueno que el colegio pudiese prestar este tipo de apoyo, para aquellos colegiados que están empezando en su andadura en la procura.